Déjame llegar a ti profundamente,
pero no pierdas jamás tu libertad.
No es mía tu vida, es de los dos.
Enséñame a encontrarte;
pero no dejes de buscar el camino hacia mí,
aunque sea duro y difícil.
Estoy lleno de vida para darte.
Escúchame volar, pero recuérdame el valor de lo real.
Nada podemos construir sólo con sueños.
Y no dudes jamás de mi cariño.
No existo, ni veo, ni siento si no es a través tuyo.