Han venido los Reyes, con su séquito y pajes,
en camello y carrozas, ostentosas altezas,
con su cetro y su anillo, con vistosos ropajes,
de sus reinos de oriente, coronadas cabezas.
Han rendido, los Reyes, con sus altos linajes,
sumisión a los niños, verdaderas riquezas,
ilusión y regalos, le han dejado en sus trajes,
y en su santa inocencia, corazón y grandezas.
Boquiabiertos, nerviosos, con los ojos llorosos,
infantiles, incrédulos, alborotan y llegan
a mostrar sus trofeos, su alegría, en un halo.
Y en sus juegos, los niños, complacidos, gozosos,
imaginan y viven, nos contagian y entregan
en un beso, \"a los magos\", su preciado regalo.
Gonzaleja