Busco el aleteo de una mariposa rondándome
busco la hoja de aquel árbol
que aunque pasada la primavera, todavía sigue viva.
Quiero esas olas en la orilla
aquellas estrellas en el cielo
miles de ojos mirándome en silencio.
Y allí estas tú, un suspiro que parece eterno
una luz que no para de brillar
un diamante que el tiempo se encargará de pulir.
Y es que aunque te pierda
o nunca te llegue a encontrar
aunque las sábanas vuelvan a estar lisas, no revueltas
aunque las noches dejen de guardarnos
prefiero haber amado y perdido
a no haber amado.