Raul Gonzaga

Volviste a darme tu luz

 

Hoy por fin realicé aquel viejo anhelo, 
Pues entre tu regazo amanecí;
Cuán inmensa alegría reviví:
Convertí oscura Tierra en azul Cielo;

Inmenso fue ese mágico consuelo,
Inmenso el desbordante frenesí;
Grande la intensidad con que viví
Tan ardiente y bellísimo desvelo;

Tú sólo me mirabas muy serena,
Yo sólo acariciaba tibia piel; 
No eras la mujer que vive ajena

Sino eras la ambrosía hecha miel;
Lograste exterminar aquella pena
De cuando tú te fuiste con aquél…