Distanciados, alejados, consumidos por el tiempo,
dormidas horas llevan relojes en pausa,
hieren ausencias, detienen miradas,
quiero vivir los años que aún nos quedan por vivir,
ignorar inviernos, septiembres, meses áridos,
contar siglos como pétalos de rosas.
Distanciados y nunca olvidados,
alejados y nunca separados,
como brisas costeras de súbito descienden,
descienden los recuerdos aliviarnos la fatiga,
en mis ojos no estas pero vives dentro de mi,
no escucho tu voz pero siento tus palabras.
La espera de instantes furtivos e inexistentes,
crece como las olas en la furia del mar,
espectadores del sueño que inventamos una vez,
la realidad es dulce cuando se consuman ilusiones,
queremos miel cuando el presente es amargo,
quema el fuego cuando arde el silencio en la distancia.
Instinto que nace en nuestro principio,
navegar sobre los miedos en absoluta compañía,
hemos llegado a escapar de nuestras huellas,
anclados a distancia y cubiertos por el mismo cielo,
es infinito el lugar que abriga en tu lejanía,
distanciados, alejados y atados por el mismo sentimiento.