Tu cuerpo fue un paraje que me ofreció más que su ribera
instalé mi caricia en todos sus senderos
procurando que mi peregrinaje no dejara suelo infértil
poco a poco se me fue revelando tu partitura
que te hace ser una sola con el universo.
Tu magia interna comenzó a brotar de tu ser
me dijiste que nunca habías sentido cosa igual
tus lágrimas evidenciaron tal afirmación
me condecoraste con el premio nobel de música
pues fui el único que ejecutó tu sonata
de manera magistral y sin precedente alguno.