Hemos forjado nuestras vidas
En mundos separados y antípodas
En tiempos duros y cansados
Entre noches negras e indómitas
Hemos sembrado sentimientos
En hojarascas de tiernos otoños
Con pensamientos descosidos
Con sueños sueltos e inquietos.
Hemos construido versos rotos
En árboles de poemas ciegos
Cultivado desesperadas esperanzas
Entre lumbres y beodas cenizas
Nuestras manos no se tocan
Nuestras vidas están desligadas
Nuestras inquietudes están quebradas
Pero increíblemente ¡nos amamos!.
Entendemos que somos diferentes
Que nuestras almas quizás están secas
Como desiertos insepultos
Pero envidian cómo nos amamos.
Envejecerán los tiempos
Morirán los ansiados encantos
Se secará el océano del amor
Y nosotros seguiremos amándonos.