Junior Vera

Miedo

Y de pronto se encendió una luz en esta soledad oscura, de pronto abrí mis ojos y la vi, justo ahí, en ese lugar vació y tranquilo, sentada, en sus cálidas manos sostenía un pequeño libro, fue tan especial ese día, esa hora, ese minuto, jamás olvidare sus finos cabellos, sus hermosos y tristes ojos y el brillo de esa sonrisa que me destrozo al instante, quise hablarle, pero no tenía las palabras necesarias, no le tenía miedo, pero con solo acercarme, mi cuerpo temblaba, mi corazón se aceleraba y mi alma se me salía por los poros, no entiendo aun, creo que debí hablarle, fue tan bello encontrarla, pero no tuve el valor suficiente para decir lo que en ese instante sentía, lo único que hice fue inmortalizarla en un par de líneas, en un par de versos.