Las celestes bellezas del arcano
me recuerdan los ojos que venero.
Son tan bellos! Y tanto yo los quiero,
pues los cubren un brillo sobrehumano.
Es su voz la mas dulce sinfonía
que me llena de mágico embeleso,
cada arpegio lo siento como un beso
y se llena de paz el alma mía!
Como límpido trino de canario
se desgranan las notas de su risa,
y mirar en su rostro su sonrisa
es vivir el Edén imaginario.
El aroma fragante de las rosas
va impregnado en sus cálidos alientos;
son esencias que nublan pensamientos,
son cadenas que apresan candorosas.
Y la pálida luna transparente
a su frente corona de ternura;
deja impreso lo bello de Natura,
tan hermosa, tan clara y reluciente.
Cuantos sueños despierta de repente
esparciendo pasión tan glamorosa;
cada noche la vivo cariñosa
arrullando mi amor tan dulcemente!!
Autor: Aníbal Rodríguez.