MISERICORDIA
(Espiritual)
Saber confiar en la divina luz
es iluminarme el corazón
y no vanagloriarme de mi espíritu,
porque la humildad me llena
de conversión y de gracia.
Mi hilo conductor se ensalza
en la profundidad
de mi mística cristiana.
Es mi alma a la luz y al consuelo
de gran fuerza y densidad religiosa
y el misterio trinitario de la redención
de la cruz como única razón.
Sé que he sido creado en la santidad
y la justicia, por eso revivo
desde mí mismo hasta la unión
de positividad pura en el amor.
Su voluntad es toda mi fuerza.
Me transformo día a día
de misericordia, de bondad, de humildad;
y con paciencia todo respeto
hacia la unidad que me perfecciona.
Es que mi alma se redime de principio a fin
para tener equilibrio interior,
ya que soy elegido por su misericordia.
Me revisto, ya que soy elegido
por la esperanza de finitud terrenal.
Manuel a 23 de diciembre de 2016
Autor: Rafael Molero Cruz