El Cóndor
y el
Murciélago
Condorandino
y
Ariello
en duelo poético con
Décimas Espinelas
Ariello Editores
Medellín Colombia
2018
El Cóndor y El Murciélago
Autores: Libardo Ariel Blandón Londoño
Jaime Ignacio Jaramillo Corrales
Writing: 2018
Edition Copyright 2018: Libardo Ariel Blandón Londoño
Diseño de Portada: LA Blandón
Dirección General: Libardo Ariel Blandón Londoño
Ariello Editores
www.Ariello.net
ISBN: 978-958-48-3407-2
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BIOGRAFÍA
Condorandino
En casco urbano nacido
allí en un pueblo de oriente
de cuna humilde y decente,
en Abejorral querido
un hombre muy aprendido
con voz serena lo dijo:
¡mujer varón tienes hijo!
tranquilo atina el galeno
y habrá de ser creo bueno
cuando hablo voy a lo fijo.
Por nombre tengo el de pila
compuesto, es Jaime Ignacio,
brillante igual que topacio,
no obstante hacer debo fila
así mi ser se destila,
en acto humilde y sencillo
adquiero incluso buen brillo;
Condorandino me llaman
poemas míos proclaman,
igual si fuera estribillo.
Ariello
Ariello nació en el campo
de Concordia una vereda
una enorme polvareda
de versos en ella acampo,
si de su lluvia me escampo,
no de su casta antioqueña
la vida contigo sueña
eres tierra de poetas
que con sus notas discretas
la angustia allí la desdeña.
De allí salí muy temprano
para estudiar en la urbe
aunque el bullicio perturbe
logré graduarme, no en vano
ejercí en docencia ufano,
en secundaria maestro,
en versos fui de cabestro,
hoy a escribir me dedico,
hago un libro, lo publico
y le hago honor a mi ancestro.
INTRODUCCIÓN
Nos permitimos el gusto
de entregar a los lectores
y a los que son escritores
un trabajo bien robusto
por cuanto es algo vetusto
por lo clásico en su etilo
lo publicamos al filo
de la crítica vigente,
porque el verso es elocuente
lo mantenemos en vilo.
Escogimos el formato
de décimas espinelas
porque es que en una te vuelas
y logras un buen retrato,
en diez versos yo desato
la idea que allí coloco
acicalándola un poco
aprovecho su acomodo,
así leyéndolo todo
queda el lector como un loco
Ariello
Una décima espinela
escribir es un gran reto,
conservando su esqueleto
se comienza con cautela,
a inspirarse el alma vuela
al edén donde las musas
como diosas son profusas
en la luz del pensamiento,
al ponerle sentimiento
nunca quedan inconclusas.
Condorandino y Ariello
se unieron en fuerte dueto
para escribir con respeto
poemas en arduo duelo,
los dos emprenden el vuelo
regidos por el instinto
de un cóndor ya casi extinto
y un murciélago gigante
que ven todo tan distante,
sin paz, un mundo distinto.
Ariello
Amigo Condorandino
te invito a volar, si vuelas,
con décimas espinelas
hacemos algo bien fino,
ya sabes, el buen camino
se anda sin mucha maña…
volvamos a aquella España
de Calderón de la Barca,
aquella antigua comarca
conserva el verso en su entraña.
Condorandino
Amigo acepto tu reto
por ser poeta preclaro
la pluma presto preparo
te guardo mucho respeto,
lo haré muy sobrio y discreto,
en estas lides estamos
y asignatura aprobamos
ya cuatro lustros recuerdo
jamás en letras me pierdo
décimas creo hilvanamos.
1 Ariello
De los Andes una peña
atrapado en un cañón
un murciélago tristón,
porque en Asia tiene dueña,
desviado, volver se sueña,
siendo un Zorro volador
queriendo planear mejor
una corriente lo atrajo
lo atrapó y aquí lo trajo,
a América fue el honor.
2 Ariello
Se cuelga como un racimo
del pólex aquel murciélago
llorando de angustia un piélago,
se dice: mientras yo gimo
en esta cueva me arrimo,
cómo ha de ser que sea el nido
de un ave que no ha dormido,
si dentro sufro el ataque,
me toca ponerla en jaque
y a soportar su graznido.
3 Ariello
En esas un ave negra
llegó como por encanto
y preguntó, por lo tanto:
al verme usted ¿no se alegra?
¡Claro, usted no es mi suegra!
le dije con voz medrosa,
pero se puso enojosa
y me retó con malicia,
fue la maldita primicia
de bienvenida ¡Qué cosa!
4 Condorandino
Perdiste creo el buen tiento
haciendo dicha alusión,
del ave oscura el tesón
pensando que era el momento,
y andabas creo contento,
reluce allí en el camino,
no obstante, fuiste anodino;
hablando está el ave negra
que nada tiene de suegra:
¡pues soy el cóndor andino.
5 Ariello
Perdón te pido buena ave
pues, para tanto no era,
perdido en el mundo muera
el que en el cielo no cabe,
por eso el que tanto sabe
fácilmente se acomoda,
pero si a ti te incomoda
y por eso no sonríes,
lo mismo da, no confíes
y así que nadie te joda.
6 Condorandino
Debe estar agradecida
criatura que aquí llegó,
pues por suerte aterrizó,
en tierra que es prometida,
reciba la bienvenida
de parte de este penígero,
de ser, exento, flamígero,
volando enseño lecciones
abrazo doy corazones,
por algo soy tan alígero.
7 Ariello
Asistes con gran bondad
a socorrer a un perdido,
sin conocerlo has querido
hacerle la caridad
de darle hospitalidad
en tu rincón, fortaleza,
porque hay un dicho que reza
cuando te embarga una pena
allí estará un alma buena
para calmar tu tristeza.
8 Condorandino
Tranquilo puedes estar
llegaste a sitio seguro
después de viaje tan duro
abrigo sé que he de dar
pues presto ve a descansar;
haremos fiel sociedad
ceñida a gran lealtad,
el cóndor viejo te dice
unión sellada cotice,
¡aquella nuestra bondad!
9 Ariello
Me dijo: ¡Cóndor yo soy!
domino sobre estos valles…
y por doquiera que te halles
muy cerca yo siempre estoy,
a donde vayas yo voy
pues velo por estas tierras,
aquí no existen las guerras,
la paz a diario florece
y aunque mentira parece
si te quedas más te aferras.
10 Condorandino
Estás diciendo verdades
amigo bueno y sincero
te acepto por compañero,
selectas tengo amistades
proscritas son las maldades;
aquí en los Andes planeo
la paz disfruto en recreo,
jamás te apartes te pido
por suerte fuiste elegido:
¡el fuego dio Prometeo!
11 Ariello
Soy un murciélago errante
existo en el viejo mundo
domino el vuelo profundo
recorro el valle distante,
y como fino diamante
me apetecen en Esparta,
soy un buen plato a la carta,
el hambre allá los acosa,
seguro no es cualquier cosa
comer hasta que se harta.
12 Condorandino
En este mundo que es nuevo
volar me toca bien alto
rechazo siempre el asfalto,
parece que el medioevo
no quiere hacerte relevo,
y siguen dándote caza
aquellos son tu amenaza;
aquí será repelido
hallando buen merecido:
¡sujeto innoble de raza!
13 Ariello
Coméntame la verdad
¡compañero tan querido!
todo aquello prohibido
no cuentes en sociedad,
no es tan buena mi bondad
yo el murciélago te dice
que si el cura me maldice
callo, mudo es buen presagio
abro, entonces mi patagio
y a volar con libertad.
14 Condorandino
Entonces valga el estreno
Ariello el Cóndor te dice
la musa nos lo predice
eres murciélago bueno,
de grandes dotes sereno,
el vuelo eliges nocturno,
alturas remonto diurno
no obstante igual es la escuela
lo afirmo en esta espinela,
ahora tuyo es el turno.
15 Ariello
Hoy cuentan las lenguas malas
que hay en el gallinero,
seguro de mal agüero,
un ave de negras alas,
colado por las escalas,
que es cóndor a mí me alega…
conmigo el ave se friega,
no es más que un pájaro loco,
le está patinando el coco
por eso da tanta brega.
16 Condorandino
Vultur gryphus es mi especie
volando nadie me alcanza
ni la mismísima lanza
conmigo no hay quien arrecie
y en los Andes me desprecie,
lo saben todas las aves
surcan cóndores cuán naves,
planeando somos mejores
que aquellos llevan motores
las alas tienen sus claves.
17 Ariello
Presume volar muy alto
el ave negra del cuento,
si es cóndor, pues lo lamento,
si aquí al respeto le falto
perdone yo le resalto
no me crean tan pendejo,
porque soy un zorro viejo,
del suelo levanto el vuelo
en la tierra o en el cielo
de todos soy el espejo.
18 Condorandino
Levanto el vuelo tranquilo
impulso siempre me sobra,
se arrastra en tierra la cobra,
volando nunca vacilo
conservo propio mi estilo
jamás me alcanzas ponzoña,
persigue al ave bisoña,
que luengo tiempo he tenido,
en aires buen recorrido
abajo abundas carroña.
19 Ariello
Impulso le sobra al gual
su estilo siempre conserva
para un cuervo está la cuerva
al cabo es otro animal;
y allá en la altura es igual
su elegante vuelo pesa,
pero tan pronto regresa,
pues tiene que aterrizar,
se tiene que acomodar
a la ración de la presa.
20 Condorandino
Que bien conozcas deseo
practico osadas costumbres,
me gusta estar en las cumbres
disfruto allí mi recreo,
también encuentro el trofeo
difícil se halla en la tierra;
culpable absurda la guerra
a diario libran los hombres,
que incluso apenas les nombres:
¡cualquiera especie se aterra!
21 Ariello
¡Ay mi gran Condorandino!
tu altura no me disgusta,
a mí tampoco me asusta
cuando vas por el camino
porque eres un peregrino
de los cielos desafiante,
seguro estás de levante
allá en la aurora temprana,
desde esa misma mañana
te sueñas ser un diamante.
22 Condorandino
¡Valiosa piedra mencionas!
al tan costoso diamante,
aspiro en sueños, mutante:
¿así de dónde razonas?
¿acaso llevas neuronas?
igual que Drácula atinas;
acechas muchas vecinas
en noches plenas de luna
sus cuellos son tu fortuna
rondando vas las esquinas.
23 Ariello
¡Tan cruel eres gallinazo!
de andar y andar por las nubes
no sabes: bajas o subes,
si hay afecto o hay rechazo,
en vez de darme un abrazo
acabas de darme un tiro
pues yo no soy un vampiro;
de murciélagos hay cuántos
como las aves son tantos
soy nocturno y bien te miro.
24 Condorandino
Razón te asiste y perdona
volando estaba tan alto
y raudo bajo al asfalto
el juicio aquí desentona,
mereces una corona
te doy cariño sincero
por ser leal compañero
fue sin querer el agravio
preciso hablaste y muy sabio
murciélago eres entero.
25 Ariello
¡Has dado importante paso!
bajaste la guardia en grande
mi ser de dicha se expande
tu huésped soy, por acaso,
muy lejos está mi ocaso;
tan solo estoy en el mundo
es mi dolor muy profundo,
me invitas cruzar tu cueva
así tu bondad se prueba
y no te ves tan inmundo.
26 Condorandino
Llegaste aquí a mis dominios
de tierras harto lejanas,
pues ya mi cueva engalanas;
te invito a hacer raciocinios
de tanto odio y exterminios
que adornan toda la esfera;
aquende allá y dónde quiera
lo sabes hubo contagio,
me envuelves en tu patagio,
un fuerte abrazo me espera.
27 Ariello
Colgado de aquella grieta
tranquilo yo me acomodo
así no duerma del todo,
el sueño a mí no me inquieta
mi cena no se me objeta,
del mismo modo lo digo
de nobles es: ser amigo,
dar posada al extranjero,
no contar con su dinero
y ante el frío darle abrigo.
28 Condorandino
Razones buenas expone
viajero tan especial
aplaudo dicho ideal,
que por doquier se mencione
a quien le sobre ya done;
¡Ay! sufren muchos por hambre,
pareces tierra un enjambre
de seres, ricos ignoran,
justicia exigen e imploran:
¡manjar sería, buen fiambre!
29 Ariello
Esta amistad que aquí nace
al mundo entero le atañe
y que el humano no extrañe
que en el ambiente en que yace
esa riqueza que él hace
en oro y plata constante,
es la bandera flameante
que ondean con tanto celo,
no es más que un desierto suelo
donde es poniente el levante.
30 Condorandino
Espero estéis siempre unidos
igual lo hicieron dos aves,
juntéis remando las naves,
dejad de estar oprimidos
y así espantáis los bandidos,
cazando van los incautos,
flamantes lucen sus autos;
lleváis vosotros riqueza
arriba en vuestra cabeza:
¡jactarse suelen los lautos!
31 Ariello
Se oyeron unos disparos
pasada la medianoche,
de balas hubo derroche,
los bosques llenos de claros,
incendios y vientos raros,
los climas hoy se enfurecen
y luego se desvanecen,
reloco se halla el ambiente,
el hombre es el inclemente,
se muere, ya no envejece.
32 Condorandino
Total el caos impera,
especies son extinguidas
valor perdieron las vidas,
aquí se encuentra la fiera,
difícil, quién lo creyera;
degrada el hombre su entorno
será