Todo lo tiene en su mano,
la vida harto complaciente,
de un espécimen humano,
sin motivo hacia el desgano,
y le sobra amor ardiente.
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Pero malo es que el fulano,
es contrario a la corriente,
es el dueño de mi hermano,
que tiene corazón sano,
y le patina de frente.
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Su vestimenta es extraña,
muy colorida y radiante,
va tejido cual araña,
y es que nada bien le amaña,
tal parece un comediante.
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Mi madre no lo comprende,
ni la junta de vecinos,
pues rápido los enciende,
cuando se le mete el duende,
y hasta al tonto bien convino.
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Todo lo puede el destino,
de noche con su lombriz,
¡Cuànto trabaja el ladino!
mientras descansa el latino,
y es la pareja feliz.
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Observando a mis vecinos,
por la rejilla del frente,
que sin oficio y sin vino,
curioseando adivino,
y me distraigo la mente.
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Con universal humor,
voy practicando quintillas,
siempre para ti es amor
de tu Raquelinamor
espero... sin comidilla.