No finjas amor.
El susurro del motor me despierta,
La puerta de la cochera abre, y cierra,
Oigo tintineo de llave que yerra.
Escucho tu paso ágil en la puerta,
los zapatos se ruedan en silencio,
se escucha el suave rose de la ropa
contra tu cuerpo al resbalar, y arropa
con el pijama. El cuerpo como cencio
se mete entre las sábanas, de cieno
me abrazan manos frías y pies fríos, ¡Dios!
besas mi boca con sabor ajeno.
Me duele el alma, basta, ¡vete!¡adiós!.
Despoja lo que quieras de lo ajeno,
pero no finjas amor: ¡contradiós!
Rosendo Elías Xolocotzin Ramírez.
Roselix55
Cuernavaca Morelos 9 de enero de 2018.