En la torre tras la luna,
cabalgó con los colores,
luz plateada en el río,
despertaba sus pasiones.
tras la ventana soñaba,
mientras miraba los montes,
dibujando sobre el lienzo,
en la oscuridad del bosque.
Pintaba la luz del alba,
resacosa de la noche,
grises, rojos y amarillos,
sobre la niebla arreboles.
Inquietas manos las suyas,
harán que sus dedos troten,
bajo la luz de un candil,
tejía ramos de flores,
de encajes lleno el larguero,
de su cama con festones,
regalos para las damas,
para que adornen la corte.
Pero un día gris de otoño,
sobre un caballo al galope,
llegó poesía con su pluma,
llenándola de emociones.
La besó en el corazón,
le asestó certero estoque,
la tinta empezó a brotar.,
de su pluma a borbotones.
Se perdió una madrugada,
se fugó con sus amores,
la pintura, sus tejidos,
las letras y sus canciones..
Dolores Egea (Lolaila)