Venderé mi cara para no ser yo,
cambiare mi exterior para ser tu.
Si me hiciste tuyo…
ahora pena eres mía.
Quizás… fue el dolor que sentía,
que al verte quise tu compañía.
Me convertí en tu tierra natural,
ahora cultiva en mi tu simiente,
y riégame con mis lagrimas,
que mis penas brotaran.
Llegaran a mi boca,
y las are prisioneras de mi corazón,
yo voy contra el viento,
y tengo el sentimiento,
de no dejar ir al dolor.
P.M Pedro Monroy Gemio