¿Cómo irá el marcador
De las alegrías contra el horror?
¿Creeré que ha terminado
Cuando solo dentro mío se ha ocultado?
Ya es esta semana,
Esta fecha,
Este día,
Este horario,
Y no lo pude creer.
El tiempo de vida es lo que pasa
Entre una despedida y un reencuentro.
Y en ese lapso de momento
Me vuelvo antena, receptiva de lo bajo.
El sonido de un grillo puede perturbar
A todos los que estamos tan cerca del umbral.
En el centro del carcavo,
Me tumbo sobre mi tumba.
La que él, con tanto esmero cavó.
También he de contenerlo.
Porque para odiarlo,
Requiero mas energía,
De la que dispongo.
Ya lo he intentado, y mis ojos;
Quedaron violetas, también rojos.
Así que siempre se arrebata con su alfiler de gancho,
A punzarme el alma en los aniversarios.
Y esa sonrisa sometedora;
Que la cruzo en pesadillas y en Bolivar.
Hace que mis piernas se subliven rendidas.
En mi lengua todo un alfabeto secreto
Protegido y encriptado por lo arcano
Intenta descifrarse en su columna
Pero hago manifiesto ante el equivocado.
Nuestro amor siempre levanta en otoño.
Y desciende en el inhóspito verano.
Demasiada incandescencia para dos llamas.
Es un incendio que ha arrasado;
Con las pocas frías pautas que he seleccionado.
Con las parvas de gestos que mi ser ha emanado.
Con las certidumbres enceguecidas que me ha preparado.
Con la credulidad de años viejos, marchitados.
Y con la confianza de que algún día esto haya acabado...
JULIETA IALLORENZI
PATENTADO EN SADAIC Y DNDA
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