Viene la noche en muros
Pesada como párpados
Moribundos en insomnio
La débil vista
En deseos cortantes
Teje a ciegas la sombra
Razos mueren alerta
Los hombres astutos
Del desgastado día
Al pie de la tarde
En huecos holgados
De osamenta fina
Los ebrios de dios
Beben las cenizas
Del agua bendita
Viene la noche a tientas
Traspasada por el día
Los días de rabietas
Vienen los hombres rancios
A beber el sueño
Con ganas infantiles
En la luz de la noche
Proscrita cobija
La sangre pastosa de un poeta