Y aunque yo mismo tomé la desición de vaciar la copa
ahora que me cuesta llegar a la tarde
y esperanzado en disfrazar la muerte con tabacos
para recordar tus enojos
y resistir en llamarte
Y aunque yo mismo te pedí la prorroga de la eternidad
y tus besos ahora son recuerdos
que despiden mi alegria cada día
y ahora has dejado de mi
como Liza sin su burdel
la desición del juez ha sido ser cruel
con el romance que perdí
y apesar de esto, aprendí
en dejar tu rostro en tu casa
dejar el otoño para el invierno
las llamadas para los reos
dejar de buscarte
y comenzar a encontrarme