Llevaba un pobre músico
un largo pleito ríspido,
queriendo ser acústico
solo llegó a ser híspido.
Sabía que era básico
tratar de ser melódico,
pensando no ser clásico
lucia un aspecto Nórdico.
Mostraba un rostro angélico
quería ser mas cálido,
era un afán quimérico
oculto en algo cándido.
Más su perfil bucólico
salía a flote rápido,
rompiendo su diabólico
infame engaño escuálido.
Dejó su abyecto báculo
sintiéndose vil zálamo,
retrocedió el tentáculo
partiendo con su cálamo.
Perdió su toque lírico
y su pensar melódico
queriendo ser empírico
volviose melancólico.
UN POETA LÍRICO
Arturo Gil
01092018