Hola! mis amados, vamos a ver, intento cerrar los ojos y hacer un ràpido viaje hacia mi infancia para recordar... ¡Si! recordar, buscar imágenes bonitas de aquella època de sueños y fantasìas, pero... ¿Podràn creer que en mi niñez no tuve un personaje favorito? tal vez, la caperucita roja, y el miedo al lobo que me perseguìa, la cenicienta y la pena por la madrasta malvada, pero en mi inocente juventud, no tuve otro héroe conocido, mayor a Supermàn, con su carismàtica doble personalidad, y que fuera mas allà de las tiras cómicas, suplementos que coleccionaba con intères cada semana, y escondìa bajo el colchòn, celosamente a resguardo de mis hermanos.
¡Ah! y de paso cuando comenzaron a transmitir la serie, por Televisa, yo creìa que era absolutamente real, admiraba la vida de Clark Kent, su trabajo de reportero estrella en el periódico El Planeta, de la ciudad de Metròpolis, y me apasionaba soñar que yo era la propia Luisa Lane, su novia, y quien se mostraba como una chica valerosa, segura, inteligente, tratando de descubrir la sospecha que pesaba sobre su chico reportero y compañero de oficina, de que era el mismo Supermàn, capaz de realizar increìbles hazañas por defender la ciudad y la tierra de manos de los bandidos y malvados.
Antes como ahora, sigo creyendo que alguna vez fuimos visitados por seres de otros planetas, mas avanzados, quienes poseìan superpoderes, y nosotros seguimos siendo seres primitivos y aquellos fueron capaces de hacer grandes maravillas, piràmides y/o causar fenòmenos bíblicos, que aùn hoy dìa continùan sin explicaciòn cientìfica satisfactoria.
El caso es que, yo veìa la peligrosa kriptonita por todas partes, en plazas y parques, asì como hoy veo peligro en las calles, y ciudades plagadas de ladrones y delincuentes, nunca dejaba de ver el cielo con la secreta esperanza que un dìa lo verìa aparecer volando ante mis ojos, luciendo su flamante capa roja.
Lo curioso despuès de tantos años, no dejo de observar el cielo, esperando ver aparecer un platillo volador lleno de superhombres que vendrán a rescatar a los pocos hombres buenos, que quedan en esta desastrosa humanidad.
Tambièn, durante el tiempo de mi juventud descubrì la ciudad Metropolìs, en la ciudad de New York, y el diario El Planeta en el New York Times, o en el Washington Post, llegando por primera vez a Washington D.C. quedè impresionada con unos imponentes edificios de Cristal, del sector financiero cercano a la capital y me dije, pero si aquí mismo esta Kandor, la antigua capital del planeta Kripton, y me reì, lo suficiente para entender que el personaje de Supermàn simbolizaba entonces, y ahora, al poderoso hombre de Norteamèrica, capaz de dominar el mundo.
¡Claro! mi relato no tiene comparaciòn con las emocionantes series, de la actualidad, cuyos personajes de ficciòn son violencia extrema, de efectos especiales, con tan variados argumentos, no dejando espacio a la imaginaciòn, pues son producto de la alta tecnologìa, y con la cual la juventud se entretiene, juegos electrònicos, que a mi entender a la larga terminan dañando o deformando la mente de los jóvenes y niños, con valores y creencias completamente diferentes a las de mi anticuado mundo del ayer y...
¡No sè!, si detràs de todo esta trampa llamada ficciòn, existe un portal con verdades desconocidas a muchos y solo intentan preparar a la nueva humanidad para los acontecimientos universales por venir a esta tierra sin gracia, y que por cierto, no veremos, ni tu, ni yo.... jejeje!
¡Bien! hasta acà les dejo mi relato, no muy interesante, pero si llegaste hasta acà, espero haberte mas entretenido, que aburrido y sobre todo a mis compañeros del amado Cuartel de Poetas Locos.
Con universal amor me despido,
Raquelinamor
Enero 10, 2018