En tu porvenir, para mí sagrado,
Entre tantos triunfos que cosecharás,
Aspiro ser pensamiento agradado
Jamás disipado, jamás marginado,
Basta una sonrisa y me conformarás.
Mas si, por desgracia, algún día me olvidas
Y en ti deja de habitar mi esencia y mi ser
Aspiro tan solo que cada rima leída
Te llene de mí... Que tanto te amé,
Y sientas en ti esa calma divina
Que da la poesía, y sonrías también.