monique ele

La memoria del olfato

Siempre pensé

que tengo suerte

porque el aroma

de las flores

me recuerda 

a mi padre.

Es un modo

muy bello

de presenciar

la ausencia.

Él se fue 

hace tanto

y no sé

qué aromas

se llevó 

a algún lado.

En cualquier bar

del mundo,

suelo preguntarme

si hablan los parroquianos 

o sus bebidas.

Yo muchas veces

preferí que hablara

mi cerveza.

Es tan charlatana!

se ríe mucho

y hace chistes...

nunca le importa

la hora...

En suma,

es más divertida

que yo.

Y en aquel bar

aquella tarde

ella

-la mujer,

no la cerveza-

se pregunta

-aunque dice

que no le importa-

si habla la cerveza

o ese hombre.

Él dice que lleva

la memoria

en el olfato.

Su mente

recrea olores

y en sueños

cuando sueña

con ella

sueña en aromas.

Cuando sueña

con su madre

-que se despidió

hace mucho-

también 

sueña

en aromas.

Por eso él

le pregunta

a ella

si de algún modo

está loco.

 

Ella

lo escucha fascinada

porque siempre tiene

algo extraordinario 

que contarle.

Y mientras él 

pide otra cerveza,

ella piensa

que en su casa

se vacía el frasco

de perfume.