Luciré tan bien… quizás como un par de zapatos en tus pies chiquitos
Amor yo te los pongo y después te los quito a besos
Verás cómo soy sin las riendas del dolor amándote al fin
Intensamente e inédito rozándote ese vestido de flores reincidentes
Después invadiendo con mis mariposas el pezón de tu ternura
Ah y amanecer contigo y renacer y ser colmena que murmura en tu frente
Niña que se volvió mujer sin que se pierda un ápice de su inocencia
Oyes un suspiro en la lejura… Es un anhelo un diafragma una ciudad añorándote
Es mi propia esencia que viaja por el infinito como enamorada espora
Soñando con despertar con tu sol y luego de ser tuyo dormir sobre tus tímidos poros
Mi ilusión se renueva al saberte y mis ojos no quieren saber sobre dejar de verte
Entero mi cosmos te adora y cada parte de mí te anhela e implora
No demores más el encuentro de nuestras almas coeficientes
Tómame como barro entre tus manos y dame la forma de tu amor
Inaccesible… y dame tus formas amor para llenarlas de caricias inminentes
Ronda la pena si no estás y a cada paso y a toda hora
Arrecia la soledad con su borrasca de silencio y desesperación
Sus frutos se cosechan cada tarde
Cuándo cosecharé yo los rubíes
Que relucen en tu boca sin alardes