yito

El río

 

 

Este poema no es mío,
me lo dejo un ruiseñor
al cobijar a su flor
que tiritába de frío.
No todo se lleva el río
cuando desciende en su viaje.
Nos regala el su paisaje
para alegrar la mirada
que a veces está cansada
de andar vestida de traje.