Con un buen toque de humor, con autoría de un amigo que prefiere mantenerse en el anonimato y pequeños arreglos de este humilde servidor.
\"Gazapos del idioma\" - Anónimo
Señores, soy hablador, estudiador del idioma,
y la Academia Española no encuentra ningún error.
Como me agrada el hablar, como a cualquier ser humano
hoy les vengo a demostrar, que es preciso meter mano,
al idioma castellano, donde mucho hay que arreglar.
¿Me quieren decir por qué, el acento da potencia,
en tamaño y diferencia, entre un buque y un buqué?
Todo es culpa del acento, y ahora mismo digo yo:
por esa insignificancia, no comprendo la distancia
de presidio a quien presidió. Ni de tomas a Tomás,
ni de topo, al que topó, y no es porque lo diga yo
lo cierto de todo este asunto, que parece obra del diablo,
como un malévolo resabio, por si acaso no barrunto.
Difiere revólver a revolver, dispárate en acto suicida,
poniendo en peligro la vida, un disparate para fallecer.
Olvidemos el acento, que convierte como ves,
a las ingles en inglés, y se queda tan contento.
Es algo que a mí me asombra, que diciendo chico y chica,
majo y maja, rico y rica, no digamos hombre y hombra.
Y no suena muy normal, si alguien nos dice Pascuala,
pues la palabra no es mala, femenino de Pascual.
Y nos han metido en el arrabal, al decir liceas y liceos
pues lo que según yo creo, es show de circo en Carnaval.
¿Por qué la letra descuadra? Y se comete un desgarro,
femenino de cigarro, no se crean que es cigarra.
Tampoco idea que embarra, de libras, no son los libros
y ya ni se cómo calibro, a tanta incoherencia bizarra.
Hoy le llaman carnicero al que la carne nos porta
y al sastre que trajes corta, no le llaman trajero.
Ni le llaman salchichero al que salchichas fabrica,
y la cosa se complica, llamándole charcutero.
De largo sacan largueza, en lugar de larguedad
y de corto, cortedad, en lugar de sacar corteza.
Si se le llama mirón, a ese que está mirando
a un perro que está ladrando, no se le llama ladrón.
No causa la admiración, llamar al macho cabrío,
y nos dejaría frío, se le llamaran cabrón.
Ya que el sufijo “on”, indica aumento... Me extraño
que un ramo de gran tamaño, no se le llame Ramón.
Y que en su alocución hable el ignaro de camaradas
pregunto mi pendejada, ¿camarados hay en revolución?.
Así como hay compatriotas, debería haber compatriotos
que no afanen los corotos, ni nuestro oro en patotas.
Y este caos que generó, del género su equidad
no importa contrariedad, ya la gramática feneció.
Aprovecho la ocasión, y de crítica no me salvo
al que se ha quedado calvo, le llaman todos “pelón”.
Si por la misma razón, esos que están escuchando,
si un gran rato están pasando, están pasando un “ratón”
De violín… violón, la cosa es fácil de ver,
lo que debes de saber que, de cojín, no es … cojón.
De letras soy vagabundo, soy bromista y chacotero,
y creo que mi lapicero, es muy ágil y fecundo.
Para terminar, refiero, que el que botijos fabrica
este idioma le dedica, el título de alfarero.
Con esto quiero aclarar, convenciendo al más profano,
que el idioma castellano, tiene mucho que arreglar.
No me creáis iracundo, y al decirlo no exagero,
Que el idioma romancero, es el mejor de este mundo.
De un amigo anónimo, con arreglos de este servidor: Hermes Varillas Labrador
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