No hay sitio para esconderse
entre estos muros y alambres,
tan sólo un banco en la sombra
que hay en el patio grande.
Me sumerjo entre macetas
de este jardín de hormigón
a la sombra del olivo
que crece a pleno sol.
Este trozito de patio
me evade en mi soledad
de las rejas y cemento
que acorralan sin piedad.
Entre rosas y claveles
aspirando su fragancia,
me adentro en mis pensamientos
hasta el fondo de mi alma.
Aquí busco los recuerdos
con aires de libertad.
Así, voy matando el tiempo
del bosque de mi ansiedad.
Abejas besan las flores
mientras yo te busco a ti,
embriagándome el aroma
que anega todo el jardín.
Sigo pensando en tus besos
sin darme cuenta que estoy
en un jardín de cemento
en el cual me pierdo hoy.
Sevilla 8 de Mayo de 2016