Cada Día vivo con tu mirada,
soy el latido perpetuo
de tus manos,
la brevedad voraz
de tus labios,
halito de cielo
que corre entre tu sangre,
y me quedo a ti
cada vez que tu humedad
me perpetra,
me arde,
me extraes de tu distancia
y soy una gota de tu ciclón,
una balanza
de infierno y paraíso,
soy otro deseo….
otro camino sin rastro,
otro nombre que vulnera
tu razón.
Te presto al silencio
y te conozco sin tu voz,
te ignoro entre la muerte
de cada día,
en la noche que desnuda
tu respiración agitada,
en tu pelo que libremente
gobierna mis voluntades,
sombra de luz que eternamente
se suicida,
soy otro deseo….
ese que cambia y estalla,
ese que incesantemente
muere y resucita.
Y tengo miedo de esta voraz zozobra
que todo corroe y envenena,
no hay trenes que anuncian despedidas,
ni universos sin descubrir,
y no puedo negarte tres veces antes del alba,
ambos nos derrumbamos vencidos,
caemos en laberintos sin salida,
somos hojas de nube,
reloj sin manecillas…..
somos el otro deseo…
ese que punza,
cala y respira,
…..pequeña gota de vida.