Pero…¿Qué diablos te pasa que me miras tan callado?
¿Por qué tomas el sol y el frío, así,
tumbado?
¡No, no me mires
porque entonces sabré tu pena!
¡Déjame vivir tranquilo!
¡Mira para otra parte!
Dices que fuiste atropellado por un coche,
que fuiste azotado por unos gamberros,
que fuiste apedreado por unos niños…
¿Qué es eso? ¡Ya sabes! ¡La vida es tan dura!
Dices que no tienes lugar donde descansar,
que tus amigos han desaparecido,
que no comprendes la humanidad…;
pero tú, siendo un perro,
¡cómo nos quieres comprender!
¡Mira! Observa la naturaleza,
mira los árboles, los campos, los ríos, los mares;
mira el cielo, la luna, el sol y las estrellas…
¿Qué pasa? ¿Por qué me interrumpes?
Dices que no ves nada,
que el agua está turbia,
que el aire está contaminado,
que…que… ¿qué?
Pero tú ¿quién te has creído que eres?
Tú, tú eres un simple perro,
contigo no se puede hablar.
¡Déjame en paz!
¡Sólo eres un vulgar perro,
un infeliz animal
y nada más!
¿Cómo osas tú el intentar
comprender a la Humanidad?
¡Maldito perro!
¡Vulgar can!
¡Vete de mi lado, por favor;
ve a tu perrera a razonar
y después,… después descansa en paz!