Carlos Bongianino

El eterno retorno

Vi por vez primera el horizonte aflorar 
al mis párpados izar
sobrecargar pestañas exentas a estrenar
su considerado descolgamiento 
al imperceptible piélago incesante
de su oscilación en mecimiento 
sosegado por la pesantez del hálito perenne 
musitando el enigmático sigilo de agudeza apacible 
rajando el céfiro al centro el lóbrego grácil 
en su abismático abatimiento al confín
aborda la severidad del ámbito calloso
ósculo taciturno 
querencia, vi por vez primera al distinguir sometimiento
de mi pestaña gris, a los caprichos del vendaval
sumiso al anhelo del que mora en el firmamento 
que esputa desde la vaciedad
párpados timados con la quimera
de ver por vez primera