No te conozco o tal vez sí, solo sé que existes y que por largos tiempos has habitado en mis sueños.
Te he buscado por doquier pero no te encuentro y la
luna se hace testigo de las dos almas perdidas en la distancia o tan cerca pero alejadas por la ignorancia.
A veces quisiera ser la luna para contemplarte todas las noches antes de dormir.
Al menos ella me hace saber que no estamos tan lejos pues ha estado contigo al igual que conmigo y de eso estoy segura pues quizás en diferentes o en los mismos momentos estamos bajo la misma luna.
Algún día la miraremos juntos, estando tu a mi lado. Y aunque no te halla visto quizás porque ahora no estés en frente, estás dentro de mi y has sido el dueño de mis sueños, encontrarte sería una dicha oportuna pero recuerda y nunca olvides que no estamos tan lejos mientras sea bajo la misma luna.