Esta sed
agotada en ausencias
peregrina
penitente
diluye la lágrima
El ayer
agónico
sigue su rumbo
mis manos
trémulas
acarician sus aguas
apuran la última copa
desvanecen sus recuerdos
Empinadas
las callecitas de piedra
aguardan el regreso
los años han quedado
a la intemperie