tu boca se hace luz en mi boca.
Suena el vello suave de tus brazos como una canción voladora,
y tus plegarias son deseos,
que yo
insensatamente postergo.
Por tu sombra camina un potro transparente con su vestimenta de albatro,
y el resplandor de una azucena presurosa traza el dibujo de tu lengua.
Amor.
Y acaso por reconocerte
soy un pájaro inmóvil
que nace para dejarte olvidado.
GuillermoO
Direc. Nac. de autores