No exagero si te cuento que le hablo a tu fantasma, Silvio Rodríguez
Me encuentra la medianoche
caminando por la casa
en un silencio absoluto
que no deja descansar
porque grita en las paredes
cuando late y cuando pasa,
porque deja en los rincones
el rastro de su callar.
Y tu fantasma aparece
con cada fotografía,
me estremece con sus brazos
abrazándome el costal.
Así transcurre la noche,
tal como ha acabado el día
y así me descubre el alba,
sangrando sobre el cristal.
Con sus labios me recuerda
que tus labios ya se han ido,
con sus uñas me desgarra
este pálido disfraz.
Así quedamos desnudos,
casi nos sobra el latido,
amándonos en la guerra
y odiándonos en la paz.