I
En la mañana de mi vida
Caminaba sin sentido,
Me sentía muy herido
Y no hallaba una salida;
Con la mirada perdida,
Con el timón confundido,
Me encontraba desvalido
Entre la mar homicida;
No sabía que buscaba,
Como hoja sin destino,
En mi soledad lloraba
Con las piedras del camino,
Sin importarme aguantaba
Los rigores del espino…
II
Sin embargo, al medio día,
Ya me encontraba ubicado;
El saber me había salvado
De letal melancolía;
Pero la fatua alegría
Me llevaba hacia intrincado
Abismo, tan desolado,
Que provocó mi agonía;
Me enfrenté al cruel engaño
Por mi crédula inocencia,
Cuántos golpes, cuánto daño;
Cuán dolor e inclemencia;
Cuánto sufrí en ese antaño
Por la falta de conciencia…