“...te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso...”
-Mario Benedetti
Vamos a abrazarnos hasta fundar
una nación cuyas leyes sean permisivas
con los actos sarcásticos, la ternura,
la sinceridad, la comprensión
y los besos en momentos inesperados
pero prohíba no expresar los sentimientos
no permita esa mala costumbre de
decir cuando harta y no cuando molesta
prohíba la alquimia para mantener cada esencia pura.
Esa nación sera indestructible a las fronteras
no se dejara llevar por limites
llegaremos hasta donde el alma lo permita,
nuestra nación
utópica
sin presidentes ni ministros
gobernaran nuestros sentimientos,
los ciudadanos que no cumplan las leyes
serán enviados a un campo de inspiración
a leer poesía y escuchar música
no por castigo
sino para que entiendan sobre lo que unió a los fundadores
y así aprendan a amar su nación,
ahí están los cimientos
sus tradiciones y costumbres
la memoria espiritual de dos corazones.
Una nación cuyo himno nacional
entone el infinito
una bandera con los colores que causa
la fantasía, el asombro y la imaginación
con un escudo de flores.
Una nación que nacerá y morirá constantemente
cada vez que estemos juntos
en el reinventarnos el afecto
con relaciones internacionales
sin riesgo de injerencia
siendo irreverentes a los organismos interconductales,
seremos una nación soberana y posible,
ese va a ser nuestro paraíso
tuyo y mio,
siempre que nos abracemos.
Victoria Monsalve, 2017.