Un poeta que se enamoró
tengo una herida en el pecho por el ultimo respirar
cuando le pedí que descifrará lo que susurraba el corazón,
un corazón que sobrevive por la soberbia de no ser llamado perdedor,
que de vez en cuando canta aquellas canción que aprendió
así las penas del corazón se fueron consumiendo completamente en el fuego eterno del amor.