Se quebraron mis talones
desde lo más alto
y se hundieron
entre piedras frías,
inerte
por el crepúsculo del mañana.
Pozo sin fondo
ahogaron
mis letras y pensamientos
en tintas incoloras indelebles
pintadas en muros de cristal.
Caja vacía,
tejida
por hilos negros
corto punzantes
para detener el tiempo
sometido por el ayer.