Raquel Lainez 1980

Soledad

Se quebraron mis talones

desde lo más alto

y se hundieron

entre piedras frías,

inerte

por el crepúsculo del mañana.

 

Pozo sin fondo

ahogaron

mis letras y pensamientos

en tintas incoloras indelebles

pintadas en muros de cristal.

 

Caja vacía,

tejida

por hilos negros

corto punzantes

para detener el tiempo

sometido por el ayer.