Del libro la Vida es Viviendo
¿Dónde fueron a parar
tus caricias de una noche?
No las supe valorar
esa noche de derroche.
Si yo pudiera encontrar
tu suavidad de regreso,
recuperar tus miradas
y besar de nuevo el beso.
Agonizar en tu piel,
embriagarme en los excesos,
penetrar al paraíso
donde me embrujó tu sexo.
¿Dónde fueron a parar
mis poemas y mis versos?
Si ya no puedo rimar
tus anhelos con mis sueños.