Suspira el poeta moribundo, los silencios hacen estruendos en su corazón, llora desconsolado, muere en el camino que ha emprendido, su deseo es el de un hombre enamorado, al cielo mira, observa las estrellas y la luz de la luna lo mira tan solitario, a veces camina descalzo entre el frío invierno.
Sueña con el pasado, su futuro es incierto, pobre poeta, sus párpados pesados lo acompañan, la lluvia de sus lágrimas lo ahogan en un sufrimiento eterno.
El sonido del viento hace eco en una melodía, sus ojos imaginan día a día la imagen de su amada, la dibuja en cada calle, en las plazas por donde solían caminar, su alma ya no puede sentir alegría, tal vez esté muerto y no se ha dado cuenta, pobre de aquel hombre que llora porque el amor de su vida lo ha abandonado, sufre al saber que su esposa hoy se ha convertido en un sueño que lo atormenta.
D.A.R