Del libro La Vida es Viviendo
Después de muchos años
volví a sentirte cerquita
con respeto y confianza,
sin misterios ni malicia.
Otra vez sentí el calor
de tus manos en las mías,
la sutil forma de hablarme,
tus consejos que acarician.
Sentí tu ser que acompaña,
tus verdades que me avivan,
el verde de la esperanza
de los sueños que me inspiras.
Después de que el tiempo pasa
vuelvo a sentirte cerquita,
y reconozco que el tiempo
no ha borrado de mi cuerpo tus caricias.