Amo el amanecer de tu luz,
de tus labios
la leyenda unívoca de mi boca,
deseo tus brazos de ramas
que me roban suspiros
cuando rodean mi cintura
y el contorno de tu vientre
tibio como el sur.
Amo de tu nombre
al hombre
y a la sed entreabierta
cuando mi lengua bufa en tu fronda,
amo de ti cuando desbordas río
y me naces de vida la carne.