Que no detenga eso… lo que contrae el aire.
Una mirada confesarse y el mar que sin fin duerme.
Que no detenga eso… que expone un ramillete de abrazos.
Un beso ancho como el cielo desgastante.
Si no habrá tacto ni humedad, un temblor en el cuerpo.
He de lidiar con el tiempo que apenas asoma.
Si no me sientes, y haz hecho de ti un vallado
Siquiera déjame ser bardas y estacas para defenderte de mí.
Haz querido estar al borde del cosmos.
En la espigada ciencia, trasnochada llena de entero cansancio.
Haz querido…
Te has hallado envuelta en mí
En un paño corporal de ojos macilentos.
Apretados en el arrebato alado.
Y esta mañana de escollo porque estoy sembrado
En su pecho.