La maldad es la pena que nos corroe el alma
es madre de los males, victoria en pobres causas
la maldad es medida en índices, escalas
mas cuando se desborda, no la calcula nada.
La maldad se hace vicio, una droga nefasta
que envilece el sentir, derribando principios,
volviéndonos canallas, cínicos y cobardes
hundiendo el corazón en las oscuras aguas.
Provocadora inmensa, que sin medir desgarra
cobrando en inocentes nuestras peores faltas
portadora de intrigas, va tejiendo a la espalda
sutil y pegajosa como tela de araña.
Siempre justificada, respaldando venganza, envidia,
la ira acumulada, los celos, una pobre autoestima
o quizás más sencillo; porque le dé la gana
engrandecer el ego, control de la manada.
Acónito escondido que mata la esperanza
que ensombrece la luz, que desgarra la entraña,
tóxico refinado, que daña sin piedad a quien va encaminada,
y es suicidio a la larga del alma donde emana.