Adherí a tu barca
mi remo
para que ambos
le dieramos apertura
a la sucursal del ritmo
asentamos nuestro domicilio
en la cadencia
después de cabalgar por la penumbra
una danza sin cordura fue engendrada
con destino irrevocable a la elocuencia
aumentar el volumen del mar
ya no es solo dictadura de la temperatura,
del río y la nube.