Amordaza tu casa. Ya es hora.
Guarda los ángeles, como en una cubeta de huevos.
Preña las cajitas verdes y rojas…
En un año parirán otra vez.
Apaga la luz…
Que vuelva a ser virgen cada cosa.
Mira afuera:
Ha vuelto la misma ciudad desposada de ebrios;
Quedan pocas sombras de los días que ya se fueron…
Todo es fugaz y pasará.
Y Dios volará a su trono de lluvia
Y los grillos…
Ocuparán las iglesias, las calles y las bocas…
Y la lluvia descenderá,
Como el espíritu un poco cada mes.
Y como se dijo:
Un hombre envuelto en túnicas hará un nido en la cochera
y volverá a nacer…
Y te llamará desde cada ángulo, ocasionalmente,
y no se irá.
Y volverá la luz y las estatuas que nunca dejan de reír
aunque se las olvide…
Porque solo ha transcurrido un año más.