Los góticos grafemas de tu nombre,
fueron a modo de cincel talados,
y cada uno en candor enrojecido.
Te forjaron a mano, como diosa.
Y dijeron los sabios: «¡Heme aquí
vuestra ninfa, mujer de los mil días!».
Pues, en efecto, padecieron los
artistas moldeando tu sustancia.
Eres grave y translúcida: dos aguas
cayendo en la cascada de tus ojos.
Y fija como obra del artista,
que cuelga en las paredes de las horas.
Tus lunares son puntos enlutados,
son granitos traídos desde Egipto,
esculpidos en fama y dignidad.
Oh, tu voz...fue tocada con la lira
de Orfeo. Más allá del Panacea,
y los Campos Elíseos se oyó.
Fuiste hecha a mano, dulce sueño empírico.
Y aún recién llegada al universo
le dije con gran timidez: \"¿me amas?\"
A lo que aseveró: \"¡no sabes cuánto!\"
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David John Morales Arriola