Busco tu mano en medio de la noche
y solo encuentro las zarzas del desprecio
las ortigas ardientes de tus ojos
el desamor helado de tus besos
Me besas como se besa a un muerto
a un crucifijo, a un totem a un anillo
¡bésame al menos como se besa a un perro
como se besa a las flores o a los niños!
mientras mis labios se agostan sin tus labios
y mi boca agoniza sin tus besos
mis manos se agarrotan sin tus manos
y mis dedos se retuercen cual sarmientos.
me has declarado huérfano de abrazos
me has arrojado al frío del infierno
me has condenado a un negro purgatorio
me has enterrado en el limbo del recuerdo,
Pero sigo afrontando las mareas
las heladas galernas de tu lecho
los helados tifones de tu pena
los témpanos esquivos de tus pechos
esperando que alumbre el nuevo día
y su luz nos descubra un rumbo nuevo.