tú existes porque mis dedos punzantes
que son espadas que cortan
las nubes
suelen escribirte bajo la sombra de
las nubes celestes
o entre la luz de los espejos
o el llanto que no oyes cuando clama mi ser
escribirte es el consuelo de la tórtola
plantada al pecho que sangra el
jugo de la fresa
el sumo del limón
la caricia del viento
y las teclas invisibles de mi aliento
tú existes donde no veo nada
y cuando sé por fin que ya no existes
te vuelvo a escribir y la espada luminosa
de tu recuerdo traspasa
la media luna de mi corazón
donde por fin en verdad existes