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Rabia Contenida

Rabia Contenida

Acá, en este pequeño pedazo de patria, otrora cuna de libertadores y hombres de venas abiertas. Hay una rabia, que muerde, más que un perro hambriento. Un hueso duro y largo por el que nos tienen pasando trabajo. Un país preñado de miedo y alimentado de mentiras. En el aire, no hay oxígeno, se inhala desesperación. En cada calle el odio camina, sin mascaras ni muletas. Hay un dolor que sale de la conciencia y se mete por todos lados. Se siente como bachacos caminando en las arterias. Hay una tristeza aguda, como si un familiar hubiera muerto. Los cuerpos más flacos, las ropas más rotas, enfermos andamos. Los bolsillos con huecos y  desechos, ya todo no los  han robado. Hay una desilusión amarga, como si el amor de infancia se ha ido. No hay sueños, hay desgano y no se ve la luz en el túnel satánico. Hay momentos en que de la pluma de los poetas brota la sangre, la rabia, la impotencia, la desilusión y hasta la muerte. Ahora estamos colgados en ese tiempo. Hoy, mi pluma llora de furia, de melancolía por lo que mis ojos ven. En alguna parte de mi conciencia, cerca de mi corazón y mis recuerdos nacen estos pensamientos con sentimientos, coloreados en fragmentos, letras que escupen sal de la arrechera que  trae el viento. Es bueno que todos lo sepan. Por  estos parajes, en las noches encintas de estrellas, hay un pueblo que se acuesta con la barriga vacía, con la esperanza muy lejos y con hijos, de huesos largos y enfermos. El gruñir de sus estómagos, dormir, no les deja. La luna es el consuelo, a ver, si al amanecer los cambures florean para comer. Hay un apetito acumulado desde el tiempo en que eramos felices. Hoy, el hambre, es la bandera de mi pueblo. Acá seguimos, viendo pasar lo que no pasa y lo que todos esperan. Día a día morimos y no pasa nada. Así, mi Dios, se nos van los días llevándose la vida, dejando escombros. Contaminado se encuentra cada centímetro de asfalto que piso. Las metáforas se tiñen de rojo y los símiles de color oscuro. No se puede esconder lo que está en cada ojo y en cada respiro. Recuerdos de un país que fue un Edén y ahora un infierno fiel. Venezuela ya no produces tanto petróleo, te convirtieron en una fábrica de miseria, produciendo, del diablo, sus excrementos.