Etéricos se esparcen pregonando,
Demostrando su existencia.
Para nunca más ser negados,
Por tal ignorancia que los desdeña.
La brisa se transforma en Vendaval,
Y yo grito como en una soprana orquesta.
Cuando la música de lo abismal,
Pasa a marcar presencia.
JULIETA IALLORENZI
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